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En los años que llevo experimentando el suceso “8 de marzo”,
me he percatado que es bastante incómodo y raro el hecho de recibir una
felicitación (en mi caso dos, cumplo años en dicha fecha); tan superficial.
Y entonces también me percato de que nunca he reconocido a una mujer lo suficiente (sin caer en adulación).
Considero que se debe a los tiempos… ¿A los tiempos será?
Porque desde ¿hace cuánto entonces no nos reconocemos?
Y entonces también me percato de que nunca he reconocido a una mujer lo suficiente (sin caer en adulación).
Considero que se debe a los tiempos… ¿A los tiempos será?
Porque desde ¿hace cuánto entonces no nos reconocemos?
Y escribo “reconocemos” porque entre mujeres esa palabra, (reconocimiento) es casi inexistente o nula, a pesar de existir movimientos
sociales y diferentes llamados, seguimos leyendo que muchas de las expresiones violentas
provienen del mismo género.
Entonces ser mujer ¿qué significa?
¿qué orgullo existe implícito?
Según Elvira Sastre (…)
Según Elvira Sastre (…)
“Somos, también, una espalda torcida,
una mirada maltratada, una piel obligada,
pero la misma mano que alzamos
abre todas las puertas,
la misma boca con la que negamos
hace que el mundo avance,
y somos las únicas capaces de enseñar
a un pájaro a volar”.
“El día de la mujer” tiene como fin recordarnos que las
mujeres hemos luchado porque nuestros derechos humanos sean respetados y que
las aportaciones sociales a las que hemos contribuido deben ser reconocidas y
valoradas, (no silenciadas). Ya que tienen la característica de buscar el bien común y una visión
de compromiso para generar cambios sociales no sólo para nosotras, sino para la
casa tan grande que conformamos como seres humanos.
Hace años, las mujeres no tenían la oportunidad para opinar
en temas tan básicos como importantes, suena absurdo. Lo es.
El 8 de marzo para mí es la promesa de que algún día todas las injusticias, toda la violencia, agresión y feminicidios que ahora se vuelven “tolerables” y normales, en algún momento también sonarán absurdos.
El 8 de marzo para mí es la promesa de que algún día todas las injusticias, toda la violencia, agresión y feminicidios que ahora se vuelven “tolerables” y normales, en algún momento también sonarán absurdos.
(…)
“Somos, también, una espalda torcida,
una
mirada maltratada, una piel obligada,
pero
la misma mano que alzamos
abre
todas las puertas,
la
misma boca con la que negamos
hace
que el mundo avance,
y
somos las únicas capaces de enseñar
a
un pájaro a volar.
Miradnos.
Somos
música,
inabarcables,
invencibles, incontenibles, inhabitables,
luz
en un lugar que aún no es capaz de
abarcarnos,
vencernos, contenernos, habitarnos,
porque
la belleza siempre cegó los ojos
de
aquel que no sabía mirar.
Nuestro
animal es una bestia indomable
que
dormía tranquila hasta que decidisteis
abrirle
los ojos con vuestros palos,
con
vuestros insultos, con este desprecio
que,
oídnos:
no
aceptamos”.
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